El fraude al cliente consiste en desviar bienes haciéndose pasar por un cliente o un cliente potencial cuya identidad ha sido robada.

Los impostores contactan a los proveedores utilizando una dirección de correo electrónico similar a Proyecto Cafeína y solicitan una cotización de productos. Para establecer una relación de confianza, se suelen intercambiar varios correos electrónicos.

Para protegerse y proteger a la empresa contra este tipo de fraudes, es necesario verificar la realidad de la existencia y dirección física de un cliente. Este es siempre el primer paso en la prevención.

Presentar una denuncia ante la autoridad competente.